Preguntas frecuentes:
La mediación es un procedimiento asequible, sustancialmente más económico que la alternativa judicial. No obstante, la intervención del mediador es remunerada, y los costes pueden variar en función de diversos factores. Según los casos pueden facturarse también otros servicios accesorios como la redacción del acuerdo y/o la homologación judicial del mismo.
En ILLASL contamos con mediadores cualificados con tarifas ajustadas a tus necesidades. No dudes en consultarnos.
No hay establecida una duración determinada de la sesión de mediación. Sin embargo, por nuestra experiencia y el conocimiento que se tiene del funcionamiento de la atención, aconsejamos no superar los 45 minutos sin algún tipo de interrupción o descanso.
Cualquiera de las dos partes en conflicto puede proponer a la otra una mediación en una institución o con un determinado profesional. Los deberes de imparcialidad y neutralidad garantizan que la elección no condicione el resultado. Además, el mediador no tiene poder de disposición ni puede forzar a ninguna de las partes a acordar algo que no pretendan.
Cualquiera de nuestros mediadores tiene formación jurídica y capacidad suficiente para redactar el acuerdo, o para asesorar en su redacción. Los acuerdos deben quedar plasmados en un documento que tenga en cuenta todos los pormenores del conflicto, y esté ajustado a derecho. Por eso, es muy importante la intervención de un profesional cualificado en esta fase del proceso.
En principio, una sesión de mediación se puede celebrar en cualquier lugar que permita mantener una conversación tranquila. En nuestras oficinas tenemos una sala especial habilitada con todas las comodidades para crear un ambiente agradable y relajado.
Depende enteramente de la naturaleza del conflicto y de las posiciones iniciales de las partes. Se puede establecer un promedio de 3-4 sesiones para casi cualquier tipo de conflicto. En todo caso, aunque sean necesarias más sesiones, la duración y los plazos son una de las principales ventajas sobre la vía judicial, cuyos procesos duran meses o años. Una mediación normal no debe superar los dos meses de duración considerando una sesión semanal.